OS DESEAMOS una feliz navidad y un bueno y saludable ano 2.019. Gracias por “leernos”. 

Eso es Kallino, mi perro de asistencia. Desde el día cuando el “entró” en mi vida, todo ha cambiado. El es Como un anti-depresiva. Mi amor por él me da de la fuerza de vivir mis dias de trabajo y en casa con calma y más satisfecha. Curación es solamente posible en el momento y como el vive solamento en el momento yo estoy más conectado con el presente que Antes. Me siento menos vulnerable del ruido y de las agresiones de las demas. Por eso camino más con el y hacemos nuevos amigos y conocemos más vecinos. El me da la calma especialmente en estos días estresados Antes de la navidad. Eso es una nueva parte de mi vida que quería compartir con vosotros, queridos lectores.

Queridos lectores,

He logrado a superar mi agotamiento y el trauma. Todavía lucho para que yo tenga las Pausas necesarias para mantener mis fuerzas y mi salud. También he aprendido a decir “no” en ciertas circunstancias aunque eso significa muchas veces el comienzo de un conflicto. Yo tenía ese sueno de escribir un libro sobre mi “curación” y el sueno se ha hecho realidad. Os deseo que vosotros también creen en vuestros suenos para que -un día- se hacen realidad.

Renate Weber

 

 Quería compartir con vosotros que mi novela autobiografíca de curación ya está disponible con amazon (todavía sólo en alemán). https://www.amazon.de/Wiedergeborene-Reise-Mittelpunkt-Selbst-Noema/dp/3838212703

 También quería contaros la historia: mi historia. Hace 7 años que mi vida me quedaba como una ruina de pedazos: Tuve un aborto, mit pareja me ha abandonado y estaba muy enferma. Los médicos no sabían que hacer. Reunirse con mi familia me costaba tanto energía como si fuera un marathon. Quería comprender porque eso era así. Tenía la sensación que las situaciones desagradables se repetían una y otra vez. Y me di cuenta que yo “atraía” siempre gente que me dio el sentimento de que yo les estaba molestando en todo momento. Dentro de sentía  mucha verguenza. Me sentía culpable la mayoría del tiempo sin saber porque. Reuniones con mi familia me dejaron exhausta como sí yo hubiera corrido un maratón. Quería comprender porque eso era así y comcencé a escribir. Escribí como me hicieron sentir las situaciónes y lo que los demás habían dicho en ellos. Reconocí que eran siempre frases parecidas que me tiraron en una profunda depresión. Finalmente descubrí que eso me pasaba cuando los demás declararon que mi percepción junto con mis sentimientos eran “invalidos”. Comprendí que muy temprano en mi vida había dejado de confiar en mi propia percepción, en mis sentimientos, en mi modo de ver los demás. Eso me hizo muy insegura y con esa inseguridad yo atraía muchas personas que me “atacaron” en situaciones del trabajo (acoso). Muchas veces entonces me pregunté lo que era que yo hacía “mal”. Hasta un día cuando no podía continuar mi vida ni mi trabajo: Estaba exhausta, me quedé muchas horas en la cama sin poder descansar. Limpiando mi apartamento me costó tanta energía que me quedé sudando después de tres horas de limpiar (en vez de la hora de trabajo que necesitaba habitualmente). Tardó tres estaderías en una cliníca psicosomatíca hasta que yo finalmente comprendí que no había hecho “algo mal” por atraer tantos conflictos con los otros. Podía confiar en mi percepción y mis sentimientos independamente de que los otros dijeron. También había enfrentado mi verguenza y mi sentimiento de culpabildad comprendiendo que ellos vinieron de mis traumas (abuso sexual, haber visto los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, haber sido “abandonada en Espana” durante mi juventud). Y Aprendí que mi tendencía de quedarme muchas horas en cama después del trabajo no era causa del trauma si no de la hypersensitividad. Cuando la mayoria de mis colegas se divertían despues del trabajo yo me enerraba en mi apartamento a causa de la sobrecarga sensoríal en mi sistema. Yo hizo un gran esfuerzo de no condenarme por no ser como la mayoría de la gente. El libro que seguí todavía escribiendo era como un amigo leal para mi. Era mi terapía porque a diferencia de mi familia mi “amigo” el ordenador “acceptó” cada palabra, cada sentimiento sin querer invalidarlo. My terapeuta me daba el consejo de integrar un cuento de curación en mi autobiografía (la continuación de Fulna). Ese nuevo “mundo” que inventé me daba la fuerza de confrontar los conflictos cotidianos en mi vida. También daba un nuevo sentido a mi vida y mi modo de ver el mundo. Y también comprendí que este libro podía dar coraje a otors de seguir su proprio camino. Eso es mi historia que quería compartir con vosotros.

Queridos lectores,

Después de haber trabajado 7 anos para poder publicar mi libro autobiografico y de curación “Renate o el viaje al Centro de ser sera publicado el 26 de octubre. La novela autobigrafica sera en alemán (“Die Wiedergeborene oder die Reise zum MIttelpunkt des Selbst) y pueden pedir la con Amazon.de. Es mi meta de hacer la traducción al castellano cuando el libro sera más conocido.

Entrenamiento de mascotas?

Cuando fue con mi perro Kalle al entrenamiento de mascotas senti como si nosotros los humanos teníamos aprender más sobre el leguaje de perros y su educación consistente que los proprios animales. Cuando un dueño de perro gritó a su perrito de senatarse me preguntaba de como tratamos nuestros animales refleja como nos tratamos a nostotros. ¿Cómo reaccionamos si nos ocurre un error? ¿Podemos perdonnarnos a nosotros o nos pegamos con el látigo de nuestro crítico interior? Creo que la mayoría de nosotros no nos tratamos muy bien. Un día mi terapeuta me dijo: “Si tu te tratas como tu mejor amiga no vas a seguir de luchar una guerra interna con tigo. Así nunca te sentiras completamente abandonada porque tu mejor amiga eres tu misma.”

Regresando  a la escena con el duño de perrito: Lo que pasó es que el entrenador de perros se di cuenta que aquel hombre estaba gritando a su perrito y le preguntó: “¿Tu quieres enseñar a tu perrito de obedecer o de desobedecer?”

-“Quiero que el me obedece porque ya sabe lo que significa “ꜟSientate!””, contestó el hombre.

-“Si pero eso es solo un cachorro y un cachorro no puede concentrarse más que 3 segundos. Si tu le gritas ahora él no sabe que hacer. Y también si repites “Sientate” el no puede quedarse sentado por un largo tiempo.”

Yo le miraba a ese hombre, su cachorro y su hija de 8 años al lado. No dijo nada más pero se podía ver que todavía estaba lleno de rabio. Su hija me daba la impresión de una “adulta en miniatura”. Me preguntaba si eso era por su ropa o sus zapatos pero no lo era: Era solamente porque su cara era “vacía”. En este momente me di cuenta que ella tendría que haber “sufrido” de la mismá presión de redimiento que el perrito. Sentí lastima para ambos. Me preguntaba si el padre había educado con esa presión de redimiento recibiendo cariño solamente en cambio de rendimiento. Estabamos todos aqui en esa escuela de perros para entrenar nuestros mascotas o era que nosotros éramos los que tenian que aprender ya más que los proprios perros?

Esos eran mis pensamientos en aquella situación. Un día más tarde, cuando fue a pasear me con mi perrito había un perro pastor alemán blanco que corría hacía mi. Detrás del perrito corría un padre de familia con su hija de 10 años y su esposa. El perro se escondía detrás de mi, el padre me tenía en el brazo cuando intento de atrapar su perro con la otra mano. Le dijo de sentarse pero el perro no le hizo cazo. Entonces el padre le pegó. La hija me dijó: “Tenemos problemas con nuestro perro. No hemos ido al entrenamiento de mascotas cuando era pequeño. Ahora tiene 2 años y no nos hace caso. Podemos solamente ir con él donde no haya tanta gente. No sabemos que hacer.”

Miraba a la chica y me daba pena como ella quería solver las “problemas de la familia”. Recommendó a la familia de ir a la academía de perros donde yo iba y hacer un entrenamiento especial para su perro. Inclinaron la cabeza pero yo sentí que no lo harán. Me sentí triste porque mi terapeute tenía razón: Había muchos cachorros que podían hacer lo que les daba la gana pero cuando crécian lo que había sido “lindo” ya era peligroso. Y Entonces la gente decidía de dejar “el perro rebelde ” en un refugio animal. Mi entrenador de perros me dijo alguna vez que no hay perros “aggressivos”. En la mayoría de casos somos nosotros, los humanos, que hacen los perros aggressivos o rebeldes. Es por eso que yo creo que el entrenamiento de mascotas es necesario para nosotros y nuestra relación con nuestros perros.

Esos eran mis pensamientos, que quería compartir con vostoros, queridos lectores.

Renate Weber

 

Perro de Liberación

¿Porqué tengo un perro? No lo sé. Lo único que sé es que me siento menos sola. Dès de tener el perrito tengo la sensación que el me guía de mi aislamiento a la “propria vida”. Si el toma el olor de una flor o intenta atrapar una mariposa me parece como si yo descubriera el mundo “por la segunda vez”. Yo tenía un aborto. Y aunque ningun ser vivo puede estar sustituido a un otro ser me siento afortunada de estar con él. Eso me da una nueva perspectiva del mundo: La “vieja” Renata que temía la multitud y veyendo allí familias “felices” estaba deprimida se había cambida en una “madre perro”. Así tengo un nuevo enfoque: Presto attención que el perrito no come algo malo, que deja de temar las bicicletas, las maquínas y la gente corriendo. Como un perrito no tiene ningun sentimiento por “el tiempo” eso también me hace vivir más en el momento. El presente es el único tiempo donde una persona puede encontrar “curación”. Todavía estoy triste de todo que se ha malpasado en el pasado. También temo que algo “peor” se pasara en el futuro. Pero paso menos tiempos el el labirinto de estos pensamientos. Y también sé que “un perro” no sea la solución general para gente que sufre del trauma y la depresión. Lo único que sé es que para mi me ayuda de no tirar toda mi aggressión supprimida contra mi misma. El perro me hace levantarme a las seis de la mañana. Vamos al río y mientras estoy todavía echando de menos de mi cama segura esto cambia con nuestro bañito en el río. Ahora mi día puede comenzar y ya sé que seis horas más tarde estaré otra vez “en el mundo” con mi perro. Todavía hay un poco de tiempo para contemplar mi vida en silencio. Pero este tiempo es mas saboroso que las largas horas en cama donde me escondé de “la realidad del mundo”. Me siento con más energía y es como si el amor loyal del animal curara mis blesuras del pasado. La relación con mi perro y “estando en el mundo” otra vez me dan una satisfacción que me impide de compararme con otros. Esos son mis pensamientos que quería compartir con vosotros, queridos lectores.

Renate Weber

Energía

¿Adónde va toda mi energía? A veces estoy ya agotada cuando me promeno en el centro de la ciudad y me pasa mucha gente. Si camino por el weekend en el parque me irrita la gente que cruza mi paso: familias con niños gritando, perros ladrando y jovenes que ponen la música a tope. Eso también pasa cuando tengo que esperar por el lavabo en la cola del pasillo de un avión, pasa durante conferencías y eventos publicos. Me he preguntado muchas veces porque esto está así. La gente que está al alrededor de mi no me hace daño. Simplemente está allí. Y a este punto me pregunto que se pasa en mi, si me concentro tanto en ellos. Me parece entonces si pierdo el sentimiento de mi cuerpo y estoy en los cuerpos de los otros. Me pierdo por completo cuando estoy en grupos numerosos por mucho tiempo. Y la única persona que puede evitar esto soy yo. Porque hay una ley que dice que la energía sigue nuestra atención. Yo siento la presencía de los otros antes de que los veo (tambíen si no hacen ningún ruido o fuman). Entonces me siento como la serpiente que puede “ver” el calor del ratón que quiere atacar. Pero no quiero seguir viviendo así, viviendo la vida de otras personas sin que me quede suficiente energía para mi vida privada. Y me acuerdo que durante mi infancia yo tenía mi amiga mejor: Ibamos al cole y explorabamos el mundo juntas. Especialmente en el cole me sentía muy segura con ella porque si el profe o los otros alumnos se portaban “mal” yo podía halbar de todo con ella. Así me sentía con mas energía al respecto de toda las “energias” de la gente que estaba allí. Y esa memoria me hizo “inventar” el mago El Sabio. También aparece en mi libro “Renate o el viaje al centro del Ser”. Como todas las figuras del cuento de curación El Sabio también simboliza un aspecto interior mio.  El también puede sentir todas las energías (invisibles) pero también puede hacer un hechizo o controlar las energías con sus remedios y el abrigo de protección. Puede ser que con “su presencía” en mi, tengo menos miedo y puedo concentrar me más en mi cuerpo.  Quizas con la ayuda del mago percibo conferencias y grupos largos menos amenazador y tengo más energía que necesito para vivir mir propia vida. Esos son los pensamientos que quería compartir con vosotros, queridos lectores.

Renate Weber

El Futuro
A veces me estoy preguntando cuando en mi vida adulta he vivido verdaderamente en el presente: En el momento. Me pregunto eso porque una parte de mi mente todavía está en el pasado escanneando si yo he hecho todo correctamente. La otra parte de mi mente está siempre pensando del futuro: El tiempo que todavía no ha llegado. Simpre tengo la sensación que no tengo suficiente tiempe para hacer las cosas que me importan mucho. Por el otro lado paso casi todo mi “tiempo” en los dos “mundos” que me alejan de la vida propia: el pasado y el futuro. En el mundo del futuro todo es posible y también hay el miedo que mi vida cambiara: amigos qui cesan de ser amigos y gente querida muere. Yo también voy a morir un día en el futuro. Y aunque en el mundo de la publicidad hay una preferencia por todo joven y una angustia de envejer yo por mi parte me acuerdo como insegura me he sentido durante mi adolescencia. Entonces ser joven no me ha ayudado de estar contenta o feliz porque no me conocia a mi misma y no sabía lo que era importante para mi en mi propia vida. Cuando me criticaron otros no sabía si tenían razón o no. Justo al momento (ahora) en que pienso que muchas de las cosas que alguien critica puede también ser el problema suyo. Cuando era joven era solamente durante momentos de crisis (de salud) cuando sabía lo que es verdaderamente importante en la vida. Como si yo pudiera solamente ver eso cuando la muerte y el horror tocan mi timbre. Y quizás eso son los momentos unicos cuando aprecio todo lo que tengo y que puedo perder. Es como un amigo se va a un otro país: Puedes sentir todo lo que significa esa amistad solo cuando ya no está. Durante los otros días-lastimadamente-no veo todo lo bueno en mi vida sino me quejo de las cosa que (aún) no funcionan. Asi no puedo nunco disfrutar del momento. Pero el momento es el unico tiempo cuando puedo vivir verdaderamente. Todos los pensamientos del pasado y del futuro me separan de la joya que puede ser un momento: Cuando mis amigos me hablan de si pienso ya en las cosas que tengo que hacer después. Cuando logré a establecer un proyecto ya pienso en los pasos de proyectos futuros. Asi, es el tiempo de darme una promesa: Que-a lo mejor una vez al día intento a vivir el momento si bien me siente triste, vacía o sola.
Esos son mis pensamientos que quería compartir con vosotros, queridos lectores.
Renate Weber

¿Dónde está mi hogar?

Cuando yo era niña pensaba que mi hogar sería siempre la casa donde yo vivía con mis padres y mi hermano. Como adolescente yo quería ver el mundo y encontrar un sitio donde había gente que era tan “extraña” como yo me sentía. Algunas veces cuando yo vivi con ocupantes ilegales y también cuando hablé con los hippies delante de una cueva en las islas canarias yo pensé que ya había encontrado este lugar nuevo. Pero no era con los ocupantes ilegales, ni con los hippies ni en la residencia de estudiantes donde viví después. En la residencia los estudiantes venían y se fueron en ciclos muy rápidos. Cuando yo empezé a trabajar y alquilé un apartamento tenía la sensación que esto no era mi “hogar” tampoco. Echo de menos las charlas con mis compañeros de piso. También el piso no era tan ruidoso como la residencia. Eso estaba muy bien durante los días de trabajo. Pero cuando llegaba el fin de semana me sentía muy sola y deprimida. Pero cuando encontré nuevos amigos me sentía más a gusto en mi apartamento vacio. Pero no sabía explicarme porque nunca considero a mi apartamento a un verdadero hogar. Eso no cambiaba mucho quando me trasladaron a una otra ciudad. Hasta este momento yo creía que el sitio donde estaban mis posesiones y mis (nuevos) amigos tenía que ser mi verdadero hogar. Cuando-después de 10 años enseñando en varios colegios e institutos estaba agotada mis doctores me dijeron que yo tenía un burnout (agotamiento del trabajo) y una depresión. Me aconsejaron de ir a una clínica psicosomatica. Me pesaba mucho de irme de todo que yo conocía y que me gustaba: mi apartamento, mis amigos, los clubs de deporte y la naturaleza al lado. Pero no podía gozar de todo eso poque pasé mis días durmiendo en mi cama o pensando los mismos pensamientos una y otra vez más. Tenía la gripe cada otra semana y me parecía como si mi cuerpo decía “no” a todo que se pasabe en el mundo. En esta época yo pensabe que el cuerpo y el alma funcionan independientemente. Tomé más pastillas de vitaminas para mejorar pero eso no tenía ningún efecto positivo.  Cuando busqué por clinicas psicosomaticas en la red había una que tenía el slogan: “Con nosotros vas a encontrar un hogar para un tiempo”. Yo-que siempre había buscado por mi “hogar” quería ir a esa clínica. No me podía imaginar como un hospital pueder transformarse en un hogar para una persona. Cuandó llegué en la cliníca había muchos pacientes que se abrazaron como si se habían conocidos toda la vida. Me sentí como un intruso. Quería mejorar lo más rapido posible y regresar a “mi mundo”. Ahora no me importaba si lo consideraba como hogar o no. Cuando me presentaron los terapéutas uno de ellos dijó: “Nunca podrás vivir libremente si no has vivido en una familia cariñosa e intacta.” Me parecía absurda porque yo había siempre pensado que ser libre significa poder viajar adonde yo quería. La terapia comenzó y después de varias semanas era yo quien abrazaba pacientes como si yo les había conocido toda mi vida. La clinica había cumplido su promesa: Me habien ofrecido un hogar. Un año más tarde quando vení a la fiesta de verano casi ninguna persona me reconoci. Los otros pacientes que ma habían dado el sentimento de “un hogar” ya se habían ido juntos con muchos terapéutas que había conocido. Era en este momento cuando comprendí que el “hogar” puede tambíen existir cuando vivo con gente y nosotros no escondemos nuestro “lado oscuro”. Pero como en mi residencia de estudiantes esa gente también desaparace como si nunca había existida. Entonces comprendi que el verdadero hogar no está en mi apartamento, ni en mis posesiones ni con los amigos que tengo ahora. Mi verdadero hogar está en mi cuerpo. Siempre está con migo y en sus celulas “recuerdan” todo lo que he experienciado en la vida. De hecho descubrí que hay algo como el primero chakra que contiene la “energía” y la sensación de tener confianza en el mundo y encontrando su sitio allí y entre otras personas. Obviamente este chakra había estado bloqueado durante toda mi vida. Casi siempre me había sentido “aparte” estando en un grupo. En la teoría de los Yogis el primero chakra está situado al final de la espalda. Cuando yo me concentro en ello me siento más conectada con la gente – también si ellos hacen cosas que no me gustan. Entonces puedo ver mis propios “lados oscuros” y “lados soleados” reflejados en ellos. Si tu me preguntas ahora donde está mi hogar yo te digo: está en mi. El cuerpo y el alma están conectados y si uno va mal también el otro pierde el equilibrio. Y yo creo que es posible de ser libre también si yo he sido tramatizada en mi familia original. En mi cuerpo existe un lugar sancto que-cuando yo me libero de todo que no está mio-es el “camino” a vivir mi existencía autenticamente.

Renate Weber