¿Dónde está mi hogar?

Cuando yo era niña pensaba que mi hogar sería siempre la casa donde yo vivía con mis padres y mi hermano. Como adolescente yo quería ver el mundo y encontrar un sitio donde había gente que era tan “extraña” como yo me sentía. Algunas veces cuando yo vivi con ocupantes ilegales y también cuando hablé con los hippies delante de una cueva en las islas canarias yo pensé que ya había encontrado este lugar nuevo. Pero no era con los ocupantes ilegales, ni con los hippies ni en la residencia de estudiantes donde viví después. En la residencia los estudiantes venían y se fueron en ciclos muy rápidos. Cuando yo empezé a trabajar y alquilé un apartamento tenía la sensación que esto no era mi “hogar” tampoco. Echo de menos las charlas con mis compañeros de piso. También el piso no era tan ruidoso como la residencia. Eso estaba muy bien durante los días de trabajo. Pero cuando llegaba el fin de semana me sentía muy sola y deprimida. Pero cuando encontré nuevos amigos me sentía más a gusto en mi apartamento vacio. Pero no sabía explicarme porque nunca considero a mi apartamento a un verdadero hogar. Eso no cambiaba mucho quando me trasladaron a una otra ciudad. Hasta este momento yo creía que el sitio donde estaban mis posesiones y mis (nuevos) amigos tenía que ser mi verdadero hogar. Cuando-después de 10 años enseñando en varios colegios e institutos estaba agotada mis doctores me dijeron que yo tenía un burnout (agotamiento del trabajo) y una depresión. Me aconsejaron de ir a una clínica psicosomatica. Me pesaba mucho de irme de todo que yo conocía y que me gustaba: mi apartamento, mis amigos, los clubs de deporte y la naturaleza al lado. Pero no podía gozar de todo eso poque pasé mis días durmiendo en mi cama o pensando los mismos pensamientos una y otra vez más. Tenía la gripe cada otra semana y me parecía como si mi cuerpo decía “no” a todo que se pasabe en el mundo. En esta época yo pensabe que el cuerpo y el alma funcionan independientemente. Tomé más pastillas de vitaminas para mejorar pero eso no tenía ningún efecto positivo.  Cuando busqué por clinicas psicosomaticas en la red había una que tenía el slogan: “Con nosotros vas a encontrar un hogar para un tiempo”. Yo-que siempre había buscado por mi “hogar” quería ir a esa clínica. No me podía imaginar como un hospital pueder transformarse en un hogar para una persona. Cuandó llegué en la cliníca había muchos pacientes que se abrazaron como si se habían conocidos toda la vida. Me sentí como un intruso. Quería mejorar lo más rapido posible y regresar a “mi mundo”. Ahora no me importaba si lo consideraba como hogar o no. Cuando me presentaron los terapéutas uno de ellos dijó: “Nunca podrás vivir libremente si no has vivido en una familia cariñosa e intacta.” Me parecía absurda porque yo había siempre pensado que ser libre significa poder viajar adonde yo quería. La terapia comenzó y después de varias semanas era yo quien abrazaba pacientes como si yo les había conocido toda mi vida. La clinica había cumplido su promesa: Me habien ofrecido un hogar. Un año más tarde quando vení a la fiesta de verano casi ninguna persona me reconoci. Los otros pacientes que ma habían dado el sentimento de “un hogar” ya se habían ido juntos con muchos terapéutas que había conocido. Era en este momento cuando comprendí que el “hogar” puede tambíen existir cuando vivo con gente y nosotros no escondemos nuestro “lado oscuro”. Pero como en mi residencia de estudiantes esa gente también desaparace como si nunca había existida. Entonces comprendi que el verdadero hogar no está en mi apartamento, ni en mis posesiones ni con los amigos que tengo ahora. Mi verdadero hogar está en mi cuerpo. Siempre está con migo y en sus celulas “recuerdan” todo lo que he experienciado en la vida. De hecho descubrí que hay algo como el primero chakra que contiene la “energía” y la sensación de tener confianza en el mundo y encontrando su sitio allí y entre otras personas. Obviamente este chakra había estado bloqueado durante toda mi vida. Casi siempre me había sentido “aparte” estando en un grupo. En la teoría de los Yogis el primero chakra está situado al final de la espalda. Cuando yo me concentro en ello me siento más conectada con la gente – también si ellos hacen cosas que no me gustan. Entonces puedo ver mis propios “lados oscuros” y “lados soleados” reflejados en ellos. Si tu me preguntas ahora donde está mi hogar yo te digo: está en mi. El cuerpo y el alma están conectados y si uno va mal también el otro pierde el equilibrio. Y yo creo que es posible de ser libre también si yo he sido tramatizada en mi familia original. En mi cuerpo existe un lugar sancto que-cuando yo me libero de todo que no está mio-es el “camino” a vivir mi existencía autenticamente.

Renate Weber

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