El pulpo con la Boca de péne abusa a la nina de 9 anos que yo era.

Cuando se cambiaron mis partes interiores yo podía finalmente expresar la rabia que durante todos los anos habia sentido solo hacia mi misma. Crei el Diabolo de rabia. El me ayudó a comprender que bajo mi rabia estaba una profunda tristeza de no haber recibido ayuda después del abuso sexual.

Me imaginaba Como era de actualmente “ser” la persona que soy sin las ombras del pasado. Comprendi que los sentimientos de verguenza y de culpabilidad que me habían accompanado casi toda mi vida no eran mías. Habian Sido transferridos a mi alma. También la desvaloración. Así creí la mujer de pluma. Eso era como una liberación para mi y el comienzo de ver mi feminidad positivamente.

Antes de encontrar mi verdadero “yo” tenía que dejar atrás todo que había consumido y presionado mi energía de vida. Por eso crei un mundo mágico: El Änderland (País del cambio). Y aunque aqui también había espantos y monstruos yo mantenía el Control absoluto sobre este mundo. Así ese mundo magico en mi libro colindaba con un mundo “real” en el que me había sentido entregada y rechazado muchos veces. El cuento de curación dentro de mi novela autobiografica tenía el mismo efecto que una pomada: Todavía se podían ver las cicatrices del padado. Pero no me parecían tan feas que yo les escondía.

Pese a mis cuentos de curación “Fulna” (la dama de Dragon rompe el cascaron y hace chaos en la vida de un Editor jefe) y “Renate o el viaje al Centro del Ser” tenía que reconocer que ya no logré a superar los grandes desafíos quotidianos. Continué a sufrir de que mi familia de hecho banalizaba el abuso sexual. Me hizo dano que mis colegas me rechazaban sutilmente. Ensenando y disciplinando mis alumnos me costó demasiada energía. Por eso busqué refugio otra vez en la clinica. Aquí la terapia en grupo resultó en confrontaciones imprevistas. Esas confrontaciones me daban conocimientos de como tratar agresiones en grupos en mi vida cotidiana.

Comprendí que mi autoestima Baja junto con mis sentimientos de verguenza y de culpabilidad me hacian una “victima perfecta” para gente agresiva. Solo si yo logré a ser como una madre buena para todas mis partes interiores y solo si encontré amor propio esas agresiones externas cesaran.

Como el cervatillo Anuschka yo me someti a un entrenamiento de demarcación: Qué era mi parte en los conflictos y que era de los demás? Aprendí que si yo me concentraba en mis puntos de energía (del Tai Chi) la gente me dejaba más espacio en la calle.

Cuanto más mejor me podía conectar con mis partes interiores lo más facil era para mi de terminar relaciones unilaterales. En cuanto a mi familia logré a quedarme solo tanta tiempo que era bueno para mi. En liberandome de “relaciones enfermas” logré a encontrar más cumplimiento y satisfacción en mi vida. Mis cuentos de curación, mis mascotas, mis amigos y mis estancias en el monasterio budista me ayudaron en el camino.

Y ahora quiero empezar a leer de mi cuento de curación: El último baile. En el cuadro se puede ver el cervatillo Anuschka y su hermano Ambigueton en harmonia.

Después de esa harmonia enganosa el abuso sexual tiene lugar. En esas situacions no solo perdí la confianza en mi familia pero también y sobre todo en mi.