Renate Weber ha estado varias veces en el monasterio budista desde 2014. En esta nueva nota/entrega ella habla de su experiencia en la clinica psicosomatica y de su cuento de curación FULNA. ..

El nacimiento de Fulna

¿Quién es Fulna? ¿Y cómo “ayuda“ en una clinica psicosomatica a la gente?

 La respuesta a estas preguntas no es tarea fácil. De verdad, creo que un estanque en una clinica psicosomatica es diferente para cada uno de nosotros “los pacientes“. Depende de las experiencias que cada uno tiene allí. Y creo, que también depende de como es/va la vida después de la clinica. Porque todos vamos a la clinica para que luego nos sintamos “mejor“. Estuve dos veces en “la clinica“. Durante la primera visita aprendi a confiar en los terapeutas. Durante la segunda visita aprendi a no perder esa confianza. Aprendi que no tendría que hacerme pequeña cuando otros me critican. Y también entendí que no tenía que huir de esas situaciones porque-pase lo que pase-yo tenía también el derecho de “estar allí“. Aunque la segunda experiencia en la clinica fue más dura, eso no era nada comparado con lo que me esperaba en la “realidad“. Para prepararme para esa realidad me quedé varias semanas en el monasterio budista. La atmosfera abierta y las meditaciones me dieron nueva fuerza para seguir mi camino. Cuando finalmente regresé a mi vida normal era como si una tormenta de todos los problemas que he dejado atrás, cayeran sobre mi en un solo día. El dueño de mi apartamento quería un aumento del alquiler desorbitado. Mi jefe quería deshacerse de mi como empleada mandandome a un medico para que este confirmaría mi júbilación con 36 años. Mi mejor amiga estaba de vacaciones en Australia y el unico terapeuta para el trauma que había contestado a mi llamada no me queria aceptar como paciente porque pensaba que con un psiquiatra y el estar en un grupo terapeutico ya era suficiente. No sabía que hacer. Me sentí impotente y desesperada. En este momente apareció en mi mente mi animal “ayudante“, la dragona Fulna. Habia creado al dragon rojo durante los meses en la clinica. Con sus ojos azules la dragona me miró enfadada y gritó: -¡No voy a soportar esto ni un solo momento más! Pequeñas nubes de humo salieron de su nariz tras escupir una llamarada ardiente.

Yo la mire sorprendida: -¿Qué puedo hacer? –Esta vez vas a defender tu sitio en el mundo. ¡Te pertence a tí!, gruñó la dragona y sus ojos revelaron su voluntad de entrar en la lucha.

Suspire profundamente. Afortunadamente tenía gripe el día del examen medico. –¡No importa!, gruño mi dragona cuando al dia siguiente monte en el tren. Era muy duro para mi aceptar que una sola persona iba a decidir sobre mi vida de 36 años. El médico leyó todos los días en la cuales estuve enferma durante los ultimos tres años. Cuando me preguntó si los datos eran correctos yo asenti  con la cabeza. Imaginaba que mi dragona estuviera detras mia sobrellevando la situacion y defendiendome si fuera necesario. .-Estoy en un buen camino, le dije al medico. -Y necesito esa reintegracion en el trabajo.

El medico me dio la reintegracion en el trabajo.

Y luché contra una jefa que me queria hacer la vida dificil. Y entonces hice algo para que me protegiera contra las opiniones y los prejuicios de los demás: Escribi un cuento de curación de FULNA. Con el cuento recuperé mis fuerzas y el amor por la vida. Espero haberos dado coraje. Que aunque a veces parece imposible, es importante luchar y seguir el camino.

¡Buen viaje!

Renate Weber

 

 

Written by Renate Weber