¿Es posible perdonar?

Es posible que el acto de perdonar sea, para mi, una tarea de toda la vida. Quizás existe algo como un perdón parcial. Entender que, los infractores ya han sido víctimas, de una manera u otra manera, no necesariamente “cura“ a la víctima. Por eso, una gran energía emocional es necesaria para dejar atrás toda la vulnerabilidad, la rabia y la confusión. Ese camino de curación, nos exige mucho e incluso tenemos que mirar (en nuestra imaginación) al agresor a los ojos. En el mejor de los casos, esto se pasa (se digiere) con una sonrisa triste acompañada de un nuevo entendimiento, e incluso del perdón. Eso puede ocurrir para dejar atras las experiencias pasadas y vivir una vida nueva, más libre. Como, en mi vida, el trauma de ser impotente y excluida se ha repetido de una manera u otra, posiblemente mi tarea sea tratar de ver hoy a los agresores con una luz diferente: Considerando que detrás de toda malicia y todo el comportamiento despectivo se encuentra una víctima. Parece que, una vez esa víctima eligió el camino negativo y agresivo. Yo creo, que controlando a otros y mostrando una manera despectiva el agresor evita mirar en su propia historia y en el momento en qué el mismo estaba en necesidad de un apoyo emocional. Y quizás, eso es el punto que yo tengo en común con el agresor. Era en vano cuando decidí esconder esas partes heridas de mi alma. Y entonces, al haber comprendido que el dolor lo unico que hacia era afectar a otras partes de mi cuerpo, fue cuando opté por tomar otro camino. Era un camino muy duro y pesado: el camino que me dirigió al centro de mi ser. No creo que pueda “perdonar“ simplemente asi, sin sentir otra vez el dolor y la tristeza. Hasta ahora, solamente podía perdonar con mi mente y no con mi corazón, por miedo a que los sentimentos de dolor y de vulnerabilidad no cesaran de subir.

El psicólogo Enright describe “el odio, la rabia, la vulnerabilidad y el amargor“ Como “cuatro paredes de la cárcel“ en la que la víctima está encerrada. “El perdón puede ser la llave para abrir esta cárcel“.

 

Written by Renate Weber